
Partí en la noche
sin saber que la noche
no tenía dueño
Busqué entre las estrellas
sin saber que las estrellas
alumbraban tú camino
Miré a la Luna
sin saber que la Luna
sólo era un sueño
Grité a las montañas
sin saber que las montañas
perdieron su eco.
Lloré junto al río
sin saber que el río
era el destino.
Hablé con el bosque
sin saber que el bosque
era tú espíritu.
Pensé en tus manos,
y descubrí que tus manos
eran mi alivio.
Y regresé al alba,
sabiendo que el alba
tenía ya dueño.
Belenus
2 comentarios:
"Pensé en tus manos,
y descubrí que tus manos
eran mi alivio.
Y regresé al alba,
sabiendo que el alba
tenía ya dueño."
Belenus, ni te imaginas lo que me identifico con tu poema.
Te quería dar las gracias por el bonito comentario que hiciste del mío.
Antes no pude hacerlo porque no encontraba la manera de poder dejarlo. Te puse una misiba en mi space por dicho motivo.
Que tengas una bonita noche...
(la de 1001 nick)
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